Segundo la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura), la ingestión de leche proporciona los nutrientes necesarios, siendo así una fuente importante de energía, grasas y proteínas de alta calidad. Además, también nos aporta calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que sea este uno de los motivos que justifican que la función de la leche sea la de alimentar al ternero en las primeras etapas de la vida, al igual que ocurre con los otros mamíferos, cuyas hembras usan su leche para alimentar a las crías hasta que son capaces de digerir otros alimentos.
Según datos del Ministerio de Agricultura, el consumo de leche en España disminuye en los últimos años. En el año 2000, la ingesta de leche estaba en 97.3 litros por habitante. Actualmente esta cifra sigue bajando, estando en torno a 73 litros por persona.
¿Es imprescindible tomar leche?
En muchas ocasiones, escuchamos decir que es necesario el consumo de leche debido a la cantidad de calcio que contiene, necesario para el crecimiento y fortalecimiento de los huesos. Realmente esto no es así, ya que podemos encontrar calcio en otros alimentos como frutos secos, legumbres, semillas o verduras. Con esto, podemos decir que la leche y sus derivados no son imprescindibles en nuestra dieta por lo que no es obligatorio su consumo. Por el contrario, sí hace falta mencionar que la biodisponibilidad de calcio en los lácteos es mayor que la presente en los alimentos de origen vegetal.
Por otra parte, también escuchamos a menudo que los humanos somos los únicos mamíferos que consumimos leche de otro animal y seguimos haciéndolo en la edad adulta. Si nos detenemos a pensar, podremos afirmar que el ser humano hace infinidad de cosas que no hacen los otros animales debido a que tenemos un cerebro que nos permite pensar para poder aprovechar al máximo lo que la naturaleza nos proporciona.
¿Mejor leche sin lactosa?
Últimamente los medios de comunicación están invadidos por anuncios de leche y derivados lácteos sin lactosa con lemas como "Toma leche sin lactosa y siéntete ligera", dirigidos tanto a los intolerantes a la lactosa cómo a la población en general, por lo que esto puede dar lugar a confusiones. Por tanto, con respeto a esto cabe decir que si nos sienta bien la leche es innecesario cambiar a este tipo de productos lácteos. Es más, si lo eliminamos de nuestra alimentación, disminuye la producción de lactasa en el intestino delgado dando lugar así a una peor asimilación que si ingerimos lácteos con lactosa, al cabo del tiempo.
Asociación entre consumo de leche y cáncer.
Existen estudios donde parece mostrarse una relación entre el consumo de leche y el padecimiento de cáncer. Por el contrario, es muy difícil establecer una relación de causalidad ya que esta asociación está basada en estudios observacionales. Por otra parte, lo que sí existe son estudios que relacionan la prevención de algunos tipos de cáncer como pueden ser el de vejiga y el de colon-rectal con el consumo de lácteos, así como otros que relacionan su consumo con el aumento de cáncer de próstata, por ejemplo.
Tanto el riesgo como la prevención son relativos ya que una ingesta razonable (dos raciones de lácteos al día) es considerada saludable dentro de una dieta. Además, esta relación entre el consumo de lácteos y el riesgo que parece suponer para algunos tipos de cáncer puede ser debido a complementos que se toman con la leche como el azúcar, galletas, etc. Guías como la de Heathy Plate de Harvard, limitan el consumo de lácteos a no más de dos raciones diarias.
Conclusión
En cuanto a la relación que se establece entre el consumo de leche y la aparición de enfermedades hace falta destacar que es muy difícil conocer que parte o porcentaje se debe al consumo de leche y cual a la ausencia de alimentos saludables.
Por lo tanto, consumo de leche ¿sí o no?
El hecho de que sea, como venimos diciendo, un alimento prescindible no quiere decir que haya que eliminarlo de nuestra dieta. Hay otros factores como la sostenibilidad o la ética, que llevan a algunas personas a decidir no consumir este alimento. Del mismo modo, como se mencionó con anterioridad, hay quien considera el consumo de leche después del periodo de lactancia contranatural, y condena así su consumo. Sea cuál sea la causa, es importante no dejarnos influir por publicidades ni por modas, siempre debemos ver si existe evidencia científica.
Por lo tanto, para finalizar, si consumes o consumiste leche y no tienes alergias ni intolerancias no tienes motivos para dejar de consumirlo.
Bibliografía:
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- Spuch, C., (2015). Tras la mala fama de la leche hay interés económico. La Voz de Galicia. http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/mazaricos/2015/11/27/tras-malafama-leche-interes-economico/0003_201511C27C7996.htm
Antía Pérez Vázquez, Escalonada en Nutrición Humana y Dietética. Nº Colegiada Ga00082
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